Un agente secreto de auténtica vocación decide dejar el trabajo que le ha dado de comer durante muchos años. La difícil y dura decisión esta tomada desde hace muchas semanas, y, tras mucho meditarlo, el agente está convencido de que es lo mejor que puede hacer, más aún si tiene en cuenta que su físico y su mente le piden un descanso a gritos.

Sin embargo, aún le queda tiempo para realizar un último trabajo, un encargo que le proporcionará esa dosis de adrenalina que le mantuvo vivo durante tantos años y con el que se despedirá para siempre de su empleo. Después de él, sus prioridades cambiarán y se dedicará a otros asuntos para los que, hasta ahora, no había tenido tiempo.

El agente, al abandonar este estilo de vida tan arriesgado, decide emprender un viaje para conocer a fondo su hija, una adolescente de la cual apenas sabe nada. No obstante, no le ha comunicado a su hija sus intenciones, por lo que ella desconoce las intenciones de su padre de intentar recuperar al amor pérdido.